Miguel Alejandro Espinosa Díaz
Psicoterapeuta y Sexólogo
31/03/2014
El estilo
de vida, los pendientes, las infecciones de trasmisión sexual (ITS), los
embarazos no deseados, la falta de deseo o de privacidad, son algunas de las
variables que hacen frágil a la sexualidad. Pero ¿cuáles son algunos de los
problemas más frecuentes que impactan en el desarrollo de la propia sexualidad?
A
continuación te presento 5 puntos por los que se suele percibir una baja en el
ejercicio de la propia sexualidad.
1. El ritmo de vida acelerado: Este estilo de vida genera desgaste físico y
estrés laboral, a tal grado, que se tiende a dar poca prioridad a los contactos
eróticos o se reduce y limita el tiempo del encuentro sexual.
Recomendación: Para que la energía sexual pueda fluir
adecuadamente, es importante contar con la disposición para abrir espacios en
los que se disfrute del rato sin preocupaciones, ello mantendrá una sexualidad
activa, además de aumentar los niveles de relajación placenteramente sanos.
2. Dificultad para asumir la responsabilidad de
la propia sexualidad. Es muy común dejarse llevar por la intensidad del momento, que se
presta poca atención al cuidado de la propia salud sexual, exponiéndonos a un
embarazo no deseado o a adquirir una infección.
Recomendación: Para evitar algunas de estas consecuencias, es
importante hacer uso informado del método anticonceptivo más adecuado, y
recordar que las pastillas de emergencia son para eso, para emergencias, no son
un método anticonceptivo.
3. Tendencia a asumir la responsabilidad del
placer de la otra persona. La percepción de obligación para satisfacer a la pareja genera
solamente una auto-exigencia perjudicial en la que se privilegia la presión y
no la satisfacción.
Recomendación: Despreocuparse y dejarse fluir. En todo caso, lo
más que se puede hacer es escuchar los deseos de la pareja, conocer qué le
gusta y cómo le gusta, y aventurarse a hacerlo con plena convicción, hará
que el contacto resulte más armonioso y disfrutable.
4. “A
mayor edad menor deseo y placer sexual”. Este
es un mito que hay que cambiar, puesto que el deseo sexual nace y muere con
cada persona.
Recomendación: Hay que experimentar y darle rienda suelta al
propio ejercicio de la sexualidad en cualquier edad, es válido y enriquecedor
siempre y cuando se haga responsablemente.
5. La falta de privacidad y la prisa
del contacto sexual “para no ser cachados". Aunque algunas personas disfrutan de esta
adrenalina, no es lo más adecuado, y mucho menos cuando la falta de privacidad
es una constante.
Recomendación: Hay que encontrar espacios en los que se pueda
permanecer en paz y sin presión del tiempo. Esto, además, ayudará a mejorar el
desempeño sexual.
Independientemente
de estos cinco puntos a considerar, siempre es importante tener presente que la
responsabilidad de una buena sexualidad debe permanecer primero en cada persona
y después en la relación sexual de pareja, de esta manera muchos de los
problemas en la sexualidad tiene una solución relativamente sencilla, como
darse el tiempo suficiente, dejar los pendientes de lado, tener un espacio
adecuado y generar un ambiente tranquilo, permitiendo que la energía
sexual sea armoniosa y llena de placer.
Miguel Alejandro Espinosa Díaz
Psicoterapeuta y Sexólogo
www.centroliber.com
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